Vicenç Viaplana es un pintor sorprendente. La primera vez que vi sus obras pensé en una estética de los límites. Su obra me llevó freneticamente, de pieza en pieza, por el estrecho margen entre la pintura, la fotografia o el cine. Imagenes desechadas, fragmentos de un universo visual que ha perdido su referente, márgenes de una realidad que no pretende explicarse ni significar. Su propuesta se construye y alimenta del ecosistema visual en el que vivimos, de imagenes que se reciclan una y otra vez buscando constantemente nuevos usos. Lo más sorprendente es que precisamente esta propuesta sea pictórica. El formato tradicional del cuadro y la técnica del acrílico han evolucionado en la propuesta de Viaplana hasta hacer desaparecer cualquier tópico relacionado con la propia pintura. Incluso se diria que el pintor ha desaparecido dejandonos sólos ante imagenes inquietantes que hablan de vacio, de fragmentos y de los pánicos más contemporaneos. Su pintura no hace ninguna concesion, ni siquiera al propio pintor. Elimina el trazo, la pinzelada, los signos de identidad - tan habituales en la mayoria de artistas - , parece resuelto a no dejar ninguna pista y en cambio el conjunto de su obra es brutalmente personal. Aqui reside la gran paradoja y el misterio de su obra.
Bettina Brandeman
Exposiciones Individuales
2010
2007
2005